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Portada del libro

Otros libros publicados por el autor:
 

  • La alienación en Hegel
  • El problema de los derechos humanos en Kant y Hegel
  • Filosofía y derechos humanos
  • Los derechos humanos, un desafío a la violencia



  • Para mayor información sobre este libro, puede escribir a angepapa@univalle.edu.co
    DERECHO A LA VIDA
    Angelo Papacchini

    La vida es valorada por los individuos como un valor básico y como el soporte material para el goce de los demás derechos. No faltan, sin embargo, quienes cuestionan - con diferentes argumentos - la pertinencia de considerarla como un derecho, o como un derecho fundamental. El autor sostiene que la vida es un derecho básico, estrechamente vinculado con el respeto debido a todo ser humano; por esto mismo se torna inviolable e imprescriptible, y abarca no solamente el derecho a la seguridad frente a la violencia, sino también el derecho a los medios de subsistencia y a la satisfacción de las necesidades básicas. El libro enfrenta cuestiones controvertidas relacionadas con el alcance del derecho a la vida, en especial la eutanasia, el aborto, la pena de muerte y la guerra. El tratamiento de estos problemas se sustenta en la justificación ética del derecho a la vida desde la dignidad y la autonomía moral. De este dispositivo teórico, que asegura cierta coherencia en el tratamiento de los diferentes problemas, se deriva la condena de toda clase de eutanasia involuntaria o no voluntaria, y el rechazo incondicionado de la pena capital. Se justifica en cambio, en casos extremos, la posibilidad de anticipar la muerte para evitar una existencia indigna o la decisión de la mujer de poner término a un embarazo impuesto por la fuerza. En el caso de la guerra, aparentemente incompatible con el carácter inviolable del derecho a la vida, el autor la justifica sólo como extremo recurso, una vez agotadas las demás posibilidades de enfrentar una agresión externa contra la libertad y la dignidad de un pueblo. En una rápida referencia a la guerra interna que vive Colombia, el autor considera que este conflicto armado se ha degradado a extremos intolerables, y que carece ya de justificación moral una guerra que sigue llenando de cruces los cementerios y los corazones.

    INTRODUCCIÓN

     A pesar del reconocimiento siempre más generalizado  de los derechos humanos como un código universal de conducta y  criterio de legitimación  de las instituciones políticas, existen desacuerdos sustanciales acerca de su naturaleza, al igual que acerca de la conformación de la lista de los derechos fundamentales  y el alcance de cada uno de ellos. La virulencia de los debates y la distancia siempre mayor entre los partidos enfrentados ponen de manifiesto que el consenso universal  al que apelan autores como Bobbio o Rorty para legitimar los derechos humanos y desechar como una cuestión metafísica ya obsoleta el problema relativo a su fundamentación, es una ficción, más que una realidad. 
     Nada mejor que el derecho a la vida para ilustrar la mordacidad de estos enfrentamientos teóricos, que tienen a su vez serias implicaciones prácticas. Si bien muy pocos ponen en entredicho su status de derecho fundamental, en cuanto condición material de posibilidad de todos los demás, se presentan divergencias radicales a la hora de precisar su valor relativo frente a otros derechos en competencia, o para dirimir cuestiones controvertidas relacionadas con su esfera de aplicación: para algunos pensadores inscritos en la tradición socialdemócrata el derecho a la vida incluye el derecho a los medios de subsistencia y a una vida digna, al tiempo que para los denominados libertarios las exigencias contenidas en él deberían limitarse a cierta seguridad mínima frente a la violencia externa; para muchos autores liberales el derecho a la vida debería incluir la posibilidad para cada cual de disponer libremente de su existencia - hasta el extremo de poder decidir acerca del momento más oportuno para poner término a su existencia -, una opción duramente cuestionada por quienes creen que la vida es un don de Dios, indisponible para la persona humana; la práctica del aborto desata a su vez enconados debates y auténticas guerras de religión entre los movimientos en defensa de la sacralidad de la vida y quienes, por el contrario,  privilegian el derecho de la mujer a la autodeterminación en cuestiones reproductivas; para no mencionar los debates recurrentes acerca de la legitimidad de dos instituciones - la pena capital y la guerra - aparentemente incompatibles con el carácter presuntamente inviolable del derecho a la vida. Cabe anotar que el consenso universal acerca del derecho  a la vida consagrado en la Declaración Universal de la ONU, no aporta mayores elementos para resolver controversias ligadas con la aplicación concreta de este derecho, la legitimidad del aborto o de la pena capital.
     Frente a los múltiples conflictos acerca del derecho a la vida, creo que la única alternativa es el recurso a la argumentación racional o razonable acerca del sentido, la razón de ser y la justificación moral de este derecho. En trabajos anteriores he intentado esbozar un modelo de fundamentación que comparte con  Kant y los neokantianos la importancia atribuida a este valor,  pero difiere  en cuanto a su justificación. La dinámica del reconocimiento permite, a mi juicio, una explicación razonable de la obligación de respetar la humanidad del otro, sin necesidad de apelar a un imperativo categórico ahistórico, asumido como un simple "hecho de la razón": la progresiva toma de conciencia de los caminos sin salida y de las contradicciones en que se pierde una voluntad unilateral de dominación, constituye una estrategia más apropiada para sustentar el imperativo de la no-violencia y el respeto por la vida y la libertad. 
     Lo que me propongo en el libro es enfrentar, desde la perspectiva de este modelo de fundamentación, las controversias y debates antes mencionados acerca del sentido y alcance del derecho a la vida y a los medios para una vida digna, y contrastar los resultados con enfoques teóricos distintos, en  especial el utilitarista y el iusnaturalista. En el texto adquiere especial relevancia la vertiente moral, puesto que las cuestiones controvertidas acerca de derecho a la vida se entrecruzan con problemas clásicos de ética aplicada, objeto en la actualidad de un renovado interés gracias al desarrollo de la bioética.  El libro constituye, además, una pequeña contribución a una tarea con la que están comprometidos en la actualidad muchos investigadores europeos y americanos: desarrollar un estudio monográfico, en profundidad, de cada uno de los derechos fundamentales, como complemento indispensable de una teoría general de los derechos. Espero también que este trabajo investigativo pueda ser de alguna utilidad para arrojar nueva luz acerca de muchos conflictos en el terreno ético, jurídico y político con los que nos enfrentamos a diario en nuestra experiencia cotidiana. 

    De manera más específica, en el primer capítulo me centro en los debates generales acerca del sentido y alcance del derecho a la vida, y acerca de los rasgos peculiares que lo caracterizan. La tesis que pretendo sustentar es que la vida es un derecho humano de verdad, como condición de posibilidad para el desarrollo de cualquier proyecto de felicidad o libertad; y que se trata de un derecho con rasgos peculiares frente a los demás, puesto que se define como imprescriptible e inviolable, pero no inalienable. En el segundo capítulo, dedicado al debate sobre la eutanasia, ensayo una definición novedosa de esta práctica humana, al tiempo analizo cada una sus modalidades específicas a la luz de los principios de dignidad-autonomía, asumidos como horizonte ético de la investigación. El resultado es una condena tajante de toda clase de eutanasia involuntaria y no-voluntaria, y la aceptación de algunas formas de eutanasia voluntaria en interés del paciente, que considero compatibles con una concepción integral del derecho a la vida.  En el tercer capítulo enfrento el delicado tema de la relación conflictiva, en el caso del aborto, entre un eventual derecho a la vida del feto y el derecho de la mujer a la autodeterminación en cuestiones reproductivas, y esbozo una propuesta para legitimar un espacio de libertad de la mujer sin poner en entredicho el carácter inviolable del derecho a la vida. 

    Dedico, en fin, los capítulos IV y V al problema de la guerra y de la pena capital, dos instituciones aparentemente incompatibles con el carácter inviolable del derecho a la vida: tomo partido en contra de la pena capital, a mi juicio absolutamente incompatible con el valor inherente de todo ser humano - sin importar su condición o actuaciones - y con la toma en serio del derecho a la vida;  y en el caso de la guerra justifico en condiciones excepcionales el recurso a las armas como extrema ratio - una vez agotados los demás medios disponibles - para defender de manera eficaz la dignidad, la autonomía y el derecho a la vida.   
     Confío en que los resultados de la investigación consignados en el libro contribuyan a  enriquecer el debate sobre cuestiones actuales de ética pública relacionados con la vida y la muerte, que nos atañen a todos de manera directa, como investigadores y como seres humanos. A lo largo del trabajo sobre el derecho a la vida he tenido que enfrentar constantemente esa realidad algo misteriosa, enigmática e inquietante que es la muerte, fuente de angustia pero al mismo tiempo esperanza de liberación, una amenaza siempre al acecho para la vida, pero también la condición de posibilidad para una vida con sentido. Quizás no es mucho lo que he logrado aclarar en cuanto a una mejor comprensión de este fenómeno; la reflexión sobre estos tópicos ha sido de todas formas una experiencia humanamente enriquecedora. Se me ha hecho sobre todo evidente que no es necesario intentar  negar o desconocer la muerte para vencer el miedo hacia ella y que, por el contrario, la aceptación más serena de nuestra condición ontológica de seres finitos puede contribuir a apreciar y valorar más la vida misma.    

    Quiero expresar un especial agradecimiento a la Universidad del Valle y a Colciencias, las dos instituciones que han hecho posible - con la financiación y con la asignación de tiempo - la realización exitosa de este proyecto de investigación. Un agradecimiento a mis colegas del Departamento de Filosofía de la Universidad del Valle, por su respaldo, y a los del grupo Praxis por sus sugerencias, aportes y críticas. Expreso por igual mis agradecimientos a los estudiantes del Plan de estudios de filosofía y de la Maestría en filosofía, quienes han compartido de manera más directa el proceso de elaboración teórica de las tesis aquí expuestas. Quiero finalmente agradecer la colaboración de algunos colegas españoles de la Universidad Carlos III de Madrid, de la Universidad de Zaragoza y de la Universidad de Barcelona, en especial  a los profesores E. Fernández, García, M. Calvo García y M. Martínez Martín, por su amable colaboración y por haberme facilitado el acceso al material bibliográfico de sus respectivas universidades.

    Angelo Papacchini es Filósofo de la Universidad de Roma, con  perfeccionamiento en filosofía en la misma Universidad. En la actualidad es profesor titular del Departamento de Filosofía de la Universidad del Valle. Ha dedicado su trabajo docente e investigativo a la filosofía clásica alemana, a algunos pensadores clásicos italianos y al problema de la justificación ética de los derechos humanos. Sobre estos temas ha publicado muchos artículos y ensayos, y los siguientes libros: La alienación en Hegel (1985), El problema de los derechos humanos en Kant y Hegel (1993), Filosofía y derechos humanos (1994) y Los derechos humanos, un desafío a la violencia (1997). En 1992 ganó el primer concurso de ensayo filosófico “Estanislao Zuleta”, con el ensayo “Un sistema de valores para nuestro tiempo”. En 1995 obtuvo uno de los estímulos para Investigadores en la convocatoria de Colciencias, y en 1996 fue jurado del Premio Nacional de Filosofía de Colcultura. Por varios años ha dirigido la revista Praxis filosófica, y en la actualidad es director de Praxis, grupo de investigación en ética y filosofía política. En los últimos años ha realizado una intensa labor como conferencista sobre la problemática de los derechos humanos, y ha sido invitado a dictar seminarios por varias universidades de Colombia y del exterior.
     


     

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